Siempre nos esforzamos por encontrar aspectos positivos a la hora de escribir nuestros artículos. Creerá que algunos han sido escritos con mala intención, ya que suenan terriblemente negativos, pero como lector debe saber que es una gran responsabilidad trabajar con material extraído de blogs y revistas sobre celebridades: como comunicadores, muchas veces nos hace falta adoptar una actitud crítica con aquellas personas que pretenden ser referentes sociales y culturales. Donald Trump es uno de ellos. Sí, el hombre sabe bien lo que quiere y sus ideales políticos son muy claros, pero eso no justifica que tenga el derecho de comportarse como un idiota todo el tiempo. A continuación, le presentamos un resumen de lo peor de Donald Trump…
8. Cada vez que abre la boca…
Cada vez que Donald Trump abre la boca, más de uno se agarra la cabeza. Para aquellos que no estén familiarizados con su historial de estupideces, le diré que su presencia suele ser sinónimo de carcajadas y hasta resulta extenuante escucharlo decir tantas idioteces juntas. Donald está obsesionado con la idea de que sus dichos son palabra santa. No hay segundas opiniones, está la suya y punto. Gran disparidad. Donald va de un extremo al otro y lo promueve como status quo. Es totalmente ridículo y absurdo y sus declaraciones no siempre le caen bien a la audiencia.
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7. El ataque a Rosie O’Donnell
¿Qué te sucede, Donald? ¿Acaso tu niñez fue tan terrible que te llevó a atacar con golpes bajos a las personas que te critican en los medios?¿Acaso puedes dejar de ser tan arrogante y decir cosas como, “Te prometo que consideraré tu opinión mientras viajo en mi jet privado,” o “Tus críticas me hicieron reconsiderar mi actitud. Ahora, discúlpame mientras seco mis lágrimas con un fajo de billetes.” Rosie destruyó a Donald durante una entrevista con The View y el multimillonario aprovechó la situación para hacer comentarios hirientes sobre la comediante, como que era un cerdo gordo y que había comido como un animal en su boda. ¿En serio, Donald? ¿Te dedicaste a ver cuánto comía Rosie en tu casamiento? Algo aquí me suena a mentira…
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6. Encabezó el movimiento político “birthiers”
¿Recuerdan cuando las personas estaban tan obsesionadas con sacar a Barack Obama del poder que salieron a decir públicamente que su certificado de nacimiento era falso y que en realidad no era estadounidense? ¿Adivinen quién fue la mente maestra detrás de la causa?¿Cómo pudo haber estado involucrado Donald Trump en todo esto? Bien, el candidato de los republicanos puso en duda el lugar de nacimiento de Obama. Por supuesto que el presidente respondió de manera diplomática y le tapó la boca. No obstante, nadie se hubiese imaginado que un magnate de los negocios cuestionaría los procesos políticos de los Estados Unidos. Es cierto que el sistema político del país necesita ser reevaluado, pero no por este tipo.
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5. En realidad, nunca dice nada
¿Alguna vez se ha percatado de que Donald Trump es un experto en identificar los problemas de los Estados Unidos y no hace más que hablar de todo lo que debería modificarse? ¿Alguna vez dio otra solución concreta además de sugerir la construcción de un muro en la frontera de México y Texas? Habla, habla y habla y le encanta que hablen de él, pero nunca dice algo por lo que valga la pena ser escuchado. Hace declaraciones infantiles, como que construirá un prototipo de vivienda con 10.000 piezas de Lego, aunque nunca explica cómo lo hará. Además de por el resto de sus negocios, el hemisferio celebridad del cerebro de Donald se ha agrandado por el éxito de shows como The Apprentice. Hey, alguien debería advertirle que Keep Up With The Kardashians le está robando la audiencia.
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4. Su fragancia,”Success”, cuesta menos de $20
Donald Trump es dueño de una línea de indumentaria y accesorios. Para cualquier magnate, esta es una gran estrategia para aumentar sus ganancias. Su peor error es abrir la boca. Hay más poder en los mitos que en intentar engañar a las personas. Bien, volvamos a lo nuestro: Donald Trump lanzó su línea de fragancias, “Donald Trump” y creó la fragancia “Success”, que cuesta menos de $20. Si bien nadie conoce el precio exacto del éxito, un refresco en un puesto de limonada cuesta $25. En fin, ¿Qué necesidad hay de que Donald Trump nos quiera hacer oler como triunfadores?
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3. Se declaró cuatro veces en bancarrota en 2009
Sí, muchos empresarios exitosos han tenido que declararse en bancarrota. Para Donald Trump, este proceso inició en 1991, se repitió en 1992 y 2004 y ocurrió de nuevo en 2009, seis años atrás. ¿No debería existir un límite de bancarrotas para los empresarios? Si de esos que les gusta innovar y lucha arduamente por mejorar el planeta, cuatro bancarrotas tienen sentido, pero cuando se trata de cadenas de hoteles, casinos y edificaciones, ¿no le parece injusto para los ciudadanos estadounidenses que se endeudan y tratan de arreglárselas como pueden con sus finanzas? ¡Qué decepción!
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2. ¿Leyó alguna vez sus publicaciones de Twitter?
Las publicaciones de Twitter de Donald Trump: toda una aventura, en especial ahora que es candidato a presidente para 2016. Echémosle un vistazo a esta joya del 9 de agosto de 2015: “Me acabo de dar cuenta de que si escuchas a Carly Florina durante más de diez minutos, te empieza a doler la cabeza. ¡No tiene oportunidad!” ¿Donald Trump burlándose de una mujer? ¡No lo creo! Y, ¿qué tal este de la semana pasada?: “Espero con ansias el debate del jueves por la noche y mi intención es ser muy amable y respetuoso con el resto de los candidatos.” Con todo el respeto que se merece un individuo adinerado que es capaz de financiar su propia campaña política, toda esa porquería que se filtra a diario de su perfil de Twitter es casi tan dañina como los desechos de Fukushima.
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1. El hecho de que se postule para presidente
A largo plazo, podría considerarse como un mal necesario pero, en la actualidad, es uno de los sucesos más absurdos que jamás se hayan registrado en la historia de la política estadounidense. No quedan dudas de que el sistema político del país, a nivel federal, está en quiebra. Ambos partidos necesitan actualizarse y readaptarse a las necesidades de los ciudadanos. Por desgracia, cuando ciertas personas como Donald Trump usan sus riquezas para ganar popularidad y después promueven una “mejor calidad de vida”, lo único que hacen es conducir a sus seguidores a un gran abismo. Donald cree que la corrección política es el problema más serio de los Estados Unidos y, sí, este es un punto de discusión interesante…pero trate de ser el presidente de los Estados Unidos sin ese recurso. Si de verdad desea contribuir, que lo haga en el sector privado.